Pues bien, la historia de Gaël Bigirimana es de aquellas que, por lo menos hasta ahora, con 19 años recién cumplidos, ha llegado a buen puerto. Y no será por impedimentos, ni baches, pero el caso es que este centrocampista africano ha conseguido tocar, acariciar el sueño por el que suspiraba desde que era un chico.
Gaël nació en Burundi, un país inmerso en una cruel y sangrienta Guerra Civil desde su independencia, el 1962. Precisamente, un año después de su nacimiento, el 1994, estalló una disputa étnica entre los Hutus y los Tutsis, las etnias mayoritarias del país, que dejó más de 300.000 muertos y millones de refugiados. Uno de aquellos que huyó a duras penas del país con su familia fue Gaël Bigirimana. 'Bigi', como le apodan cariñosamente en el vestuario del conjunto de la región de Tyneside, se estableció en un campo de refugiados de Uganda.
Después de pasar unos años malviviendo allí, su madre aprovechó una oportunidad para marcharse a Inglaterra. Tras comprobar que allí podrían tener ella y su familia una vida mejor, Gaël, su padre, su hermana y sus dos hermanos la siguieron. Tenía 11 años, no sabía hablar inglés, pero veía ante sí un mundo que hasta ahora desconocía por completo. Tras superar esta primera losa en su vida, el jugador de las 'urracas' sólo pensaba en poder jugar a fútbol. Y la segunda historia empieza ahí, nada más aterrizar desde África.
Gaël se dirigía hacia el supermercado con su hermano para comprar algo de leche cuando vio a unos cuantos niños entrenando en la Escuela de Fútbol del Coventry City. Sintió un cosquilleo en el estómago, jugar con esos niños sería un sueño hecho realidad. Preguntó a su hermano mayor si podía ir y preguntar (chapurrear más bien, puesto que hablaba poquísimo inglés) por jugar. Su hermano lo detuvo, ya que sabía que se necesitaba dinero para poder pagar la estancia en la escuela. Decidió preguntarle a su madre si podía darle algo para poder probar en el equipo de fútbol, pero ella no accedió.
Fue entonces cuando, desesperado, acudió a las oficinas del Coventry City, con tan sólo 11 años, para pedir una oportunidad. Allí le dijeron que debía formar parte de algún club o escuela para poder ser seleccionado, pero cuando ya desistía, abatido, lo llamaron para que fuera a probar al día siguiente. Gaël no tenía equipamiento para jugar, se lo tuvieron que dejar todo, pero los 'scouters' se dieron cuenta rápidamente de que aquel chico tenía algo distinto.
Ocho años después de aquello, Bigirimana fichó este verano por el Newcastle United por una cantidad cercana al millón de euros tras despuntar la temporada anterior con el Coventry City. Ya ha debutado bajo las órdenes de Alan Pardew e incluso se ha estrenado como goleador.
Otra de esas Ball-Stories que nos deja el apasionante mundo del deporte...
Ésta fue su carta de presentación goleadora con los 'magpies':