Me apetecía recordar algún equipo mítico inglés. Por la cabeza se me han venido a la mente (dentro de la precocidad de mi aún joven andadura en la vida) los Nottingham Forest, los Wimbledon o Sheffield Wednesday, pero de pronto he echado un vistazo a la plantilla de aquel maravilloso Leeds de principios de los 2000 y he sentido debilidad por profundizar un poco más en la historia de un equipo comandado por un entrenador legendario en la Premier League, David O'Leary, posteriormente relegado por otra figura histórica en Inglaterra, Terry Venables.
Pero sería injusto otorgarle todo el mérito a O'Leary y Venables, cuando el escocés George Graham consiguió la primera gran machada para los 'Whites' colocando al equipo quinto clasificado en la temporada 1997-98 y brindando la posibilidad de devolver al Leeds a competiciones continentales por segunda vez desde que perdiera más de 20 años atrás la final de la Copa de Europa frente al gran Bayern de Gerd Müller, Beckenbauer y compañía (ese Leeds daría para otra extensa entrada, pero siempre es más difícil escribir sobre un equipo al que ni tan si quiera pudiste ver jugar).
Pero en el crecimiento del Leeds de Graham influyó, y en gran medida, el aterrizaje de un delantero hasta entonces desconocido, nacido en Surinam pero de nacionalidad holandesa: Jimmy Floyd Hasselbaink. Había despuntado con el Boavista en el campeonato portugués, pero poco más se sabía de él. Bien pronto se encargó de encumbrar su nombre como una de las figuras de la Premier League. Marcó 42 goles en 84 apariciones con el conjunto del centro de Inglaterra, fue máximo goleador de la Premier en la campaña 1997-98 y fue el artífice de la doble clasificación consecutiva del Leeds para la UEFA (5º y 4º, respectivamente).
Tras la marcha de Hasselbaink la temporada siguiente al Atlético de Madrid parecía oscurecer el futuro de los 'Whites', pero nada más lejos de la realidad, la llegada de una magnífica hornada de jóvenes jugadores devolvió rápidamente la ilusión a sus 'supporters'. Rio Ferdinand, Lee Bowyer, Alan Smith, los australianos Viduka y Kewell, el irlandés Ian Harte, una conjunción de prematuros y talentosos futbolistas se conjuntaron para bailar al unísono bajo la batuta de David O'Leary. La primera vuelta de la campaña 1999-2000 la finalizaron de forma inmaculada en primera posición. El entorno 'White' empezaba a creer en sumar la primera Premier League de su historia (en 1992 ganaron la última edición de la extinguida First Division), pero una nefasta segunda vuelta, en la que pesó sobremanera la inmadurez y la falta experiencia de la plantilla en los momentos decisivos, cambió el rumbo del equipo, que aún así pudo terminar tercero (a 22 puntos del campeón, el Manchester United, eso sí) y clasificarse para la Champions (no sin suspense, puesto que el Bradford venció en la última jornada contra todo pronóstico ante el Liverpool, rival directo del Leeds).
Esa edición de la Champions merece un párrafo aparte, una mención especial. Tras superar en la ronda preliminar a un débil Múnich 1860, el Leeds se vio ubicado en un durísimo grupo inicial, junto a Barcelona, Milan y Besiktas. Finalizó segundo, pese a empezar su andadura sufriendo un doloroso 4-0 en el Camp Nou. En la siguiente fase (entonces en formato de grupo también) consiguió terminar segundo tras el Real madrid y dejando en la cuneta a Anderlecht y Lazio. Uno de los equipos de moda, el Deportivo de la Coruña, les esperaba en cuartos de final. Pero en una noche antológica, que quedará siempre para el recuerdo en Elland Road, los 'Whites' se impusieron por 3-0 en la ida. Ian Harte, Alan Smith y Rio Ferdinand fueron los autores de los goles.
En la vuelta, los tantos de Djalminha y Diego Tristán pusieron el miedo en el cuerpo del conjunto inglés, que aún así aguantó las embestidas de los gallegos y entró en los anales de la historia de la Champions clasificándose para su primera semifinal de Champions (que no de Copa de Europa). Enfrente otro conjunto español, el Valencia. Otra vez con el hándicap de jugar la ida en casa, donde no pasaron del empate a 0, sucumbieron ante el rugir de Mestalla (3-0), merced a los tantos de Juan Sánchez (2) y Mendieta. Ahí se terminaba un sueño, pero se iniciaba una camada de futbolistas que darían mucho que hablar con el balón los siguientes años...
¿Qué fue de cada uno de los integrantes de aquel equipo?
Rio Ferdinand (capitán): sigue en liza, capitaneando a otro legendario equipo inglés, el Manchester United, aunque a sus 34 años cada vez se deja ver menos en los terrenos de juego
Nigel Martyn: el guardameta inglés fue el cerrojo de los 'White' durante siete campañas. Con 46 años actualmente, se retiró en 2006 con el Everton.
Gary Kelly: el defensa irlandés es historia viva del Leeds, único conjunto para el que jugó (durante más de 15 años) y donde se retiró en 2007
Ian Harte: uno de los mejores laterales izquierdos que ha dado el fútbol británico, era una de las almas de ese Leeds. Goleador y clave a balón parado, sigue en activo a sus 35 años con el Reading. Tuvo un paso fugaz por el Levante.
Olivier Dacourt: este mediocentro de corte marcadamente defensivo pasó por la Roma y el Inter con éxito y se retiró hace dos campañas en el Standard de Lieja
Jonathan Woodgate: destacó liderando la defensa de los 'Whites' junto a Ferdinand aunque tras su paso por el Madrid, después de lesionarse de gravedad, cayó en un pozo sin fondo. A sus 32 años, milita en el Middlesbrough, de la Championship.
Robbie Keane: el delantero irlandés es un clásico de la Premier de los últimos años. Instintivo como pocos y con gran olfato goleador, ha pasado por Inter, Celtic Tottenham...Hasta recalar en Los Ángeles Galaxy, donde vive a sus 32 años una especie de retiro dorado.
Mark Viduka: el gran ariete de ese equipo. Finalizador puro, se deshinchó completamente tras salir del leeds y terminó retirándose el 2009 tras finalizar su periplo con el Newcastle.
Harry Kewell: el otro australiano ilustre del equipo. Extremo izquierdo muy fino, de gran golpeo de zurda, pasó por Liverpool (con el que se alzó con la Champions League), Galatasaray y Melbourne. Actualmente es agente libre a sus 34 primaveras.
Lee Bowyer: centrocampista agresivo pero con mucha llegada (fue el máximo artillero del equipo en aquella edición de la Champions con cinco goles), pasó por Newcastle, West Ham o Birmingham, entre otros y también es agente libre actualmente.
Paul Robinson: más conocido en Inglaterra por sus sonoras cantadas que por sus habilidades bajo palos, ha pasado por Tottenham y Blackburn, donde aún sigue en activo a sus 33 años.
Alan Smith: seguramente, el jugador con más talento de aquella plantilla. Triunfó como segundo delantero en Leeds, pero tras su paso por el Manchester United, donde Ferguson prefería utilizarlo como mediapunta o incluso mediocentro, se ha ido diluyendo. Actualmente juega en el Milton Keynes Dones de la League One.
Danny Mills: cinco años ocupando el carril derecho del gran Leeds, lo pudimos ver luego en el Manchester City o Middlesbrough, entre otros, se retiró a la prematura edad de 32 años por culpa de una grave lesión.
Eirik Bakke: el toque nórdico del equipo, Bakke actuaba en el eje del medio del campo y aportaba un gran equilibrio al conjunto de O'Leary. Se retiró la temporada pasada tras jugar en la liga de su país, Noruega.
Dominic Matteo: central escocés muy duro, no tuvo una carrera demasiado prolífica aunque contaba bastante para O'Leary. Lo más destacable, el tanto que marcó ante el Milán en la fase de grupos de la Champions.
David Batty: encarnaba el espíritu del fútbol inglés. Duro como pocos, en ocasiones hasta agresivo, era el perro de presa de aquel Leeds. Esa era su segunda etapa en Elland Road, tras haber jugado ya siete años anteriormente. Aquella fue su última experiencia como futbolista.
Robbie Fowler: este controvertido delantero, auténtico trotamundos del fútbol, sólo permaneció tres temporadas en Leeds, aunque suficiente para dejar su sello. Nunca se ha asentado en ningún equipo y a sus 37 'tacos' deambula por la liga China.
Salida del equipo en la vuelta de los cuartos de final de Champions en A Coruña
quina colla de clàssics !! de Jonathan Woodgate, passant per Dacourt i fins arribar a Robbie Keane y Farlopa Fowler!
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